NUEVA YORK._ Oficiales federales, de la
policía y la Asociación de Protección Animal (ASPCA), confiscaron 850
culebras a un vendedor de mascotas que tenía los reptiles en
contenedores en su residencia del sector Shirley en Long Island.
Richard Parrinello, propietario de la casa y quien
criaba las serpientes entre las quien había dos pitones birmanos
ilegales, tenía además tarántulas y un montón de tortugas y huevos de
tortugas.
Los reptiles están valorados en más de $500.000 dólares.
Las criaturas fueron examinadas por oficiales del
Departamento de Vida Salvaje y Conservación, la ASPCA y un curador
general de reptiles.
La confiscación de los reptiles fue realizada en
medio de una investigación que buscaba detener operaciones comerciales
ilegales y crueldad animal.
"Nunca habíamos tantas culebras juntas, ni siquiera en un zoológico", dijo Ken Gross, jefe de la ASPCA en el condado Suffolk.
"Nos llamaron para que investigáramos si había
evidencias de crueldad animal en este caso, pero los reptiles parecían
estar bien cuidados", añadió Gross.
El propietario del criadero, es un oficial de
Control de Animales en el condado Suffolk y dirige una empresa llamada
"Snakeman Exotics" (Culebras Exóticas) que vende boas, pitones y las
serpientes hocicos de cerdo.
Parinnello está casado y tiene varios hijos. Reusó hacer comentarios sobre la incautación de las 850 serpientes.
Ha estado sin trabajo desde mayo y sufre de la
enfermedad Síndrome de Túnel Carpiano. También está bajo investigación
por fraude. Fue citado por dos violaciones y convertir su garaje
ilegalmente en un comercio de animales.
Los dos pitones birmanos que le fueron incautados,
son ilegales en el estado de Nueva York y fueron trasladados a un
santuario para ese tipo de culebras en Massachusetts.
Los otros animales permanecerán temporalmente en
el garaje, hasta que se les busque un sitio permanente, según explicó
David Moran el fiscal de la ciudad de Brookhaven.
El funcionario judicial dijo que el dueño de las
culebras, no puede seguir con los reptiles y tampoco podrá alegar que
son sus mascotas. "No nos tragaremos ese cuento", señaló el fiscal.