Por SUSANA VERAS
SANTIAGO. Pese a ser unos “muchachones”, de manera individual los hermanos Andrés “La Tormenta” y Cristian “La Guira” llevan más de 30 años vinculados a la música típica, ritmo que lo llevan en su sangre y es su gran pasión.
Maestros del género tan valiosos como, Ciano Arias, Francisco Ulloa, Lupe Valerio, Fabio Henríquez, José El Calvo, Fefita La Grande, Pedro Jáquez, Diógenes Jiménez y fundamentalmente Bartolo Alvarado “El Ciego de Nagua” fueron mentores y maestros de ambos artistas, influyendo notablemente en lo que hoy son como músicos
No obstante al estar vinculados a grandes figuras, los chicos, ambos nacidos en Bonao y criados en el popular sector de la ciudad capital Los Alcarrizos coinciden en precisar y valorar el trabajo y dedicación de su padre el acordeonista Alejandro Benítez Núñez quien fue el primero en dedicarle tiempo para la música al enseñarles, aun siendo muy niños, a tocar los instrumentos que hoy le identifican y que lo colocan en un importante sitial dentro de la historia moderna de la música típica, renglón en los que se han convertido en los más cotizados y completos del género.
Conocidos como Los Líderes por su trabajo estelar junto a un excelente grupo de artistas en la agrupación Banda Real, la magia de los hermanos Andrés y Cristian se refleja en el escenario “haciendo lo que les gusta hacer”.
Andrés comenzó a toca r tambora a los siete años con su padre y los ocho ya estaba “picoteando” y ganando dinero con un instrumento, que para muchos es imprescindible y complementario en el merengue “ripiao”.
Maestros del género tan valiosos como, Ciano Arias, Francisco Ulloa, Lupe Valerio, Fabio Henríquez, José El Calvo, Fefita La Grande, Pedro Jáquez, Diógenes Jiménez y fundamentalmente Bartolo Alvarado “El Ciego de Nagua” fueron mentores y maestros de ambos artistas, influyendo notablemente en lo que hoy son como músicos
No obstante al estar vinculados a grandes figuras, los chicos, ambos nacidos en Bonao y criados en el popular sector de la ciudad capital Los Alcarrizos coinciden en precisar y valorar el trabajo y dedicación de su padre el acordeonista Alejandro Benítez Núñez quien fue el primero en dedicarle tiempo para la música al enseñarles, aun siendo muy niños, a tocar los instrumentos que hoy le identifican y que lo colocan en un importante sitial dentro de la historia moderna de la música típica, renglón en los que se han convertido en los más cotizados y completos del género.
Conocidos como Los Líderes por su trabajo estelar junto a un excelente grupo de artistas en la agrupación Banda Real, la magia de los hermanos Andrés y Cristian se refleja en el escenario “haciendo lo que les gusta hacer”.
Andrés comenzó a toca r tambora a los siete años con su padre y los ocho ya estaba “picoteando” y ganando dinero con un instrumento, que para muchos es imprescindible y complementario en el merengue “ripiao”.
“A veces tenemos situaciones propias de hermanos, pero nunca pasan a mayores, Cristian es buen artista y nos queremos mucho y cada quien hace su trabajo” dijo Andrés a quien se le reconoce su aporte por incorporar al merengue típico los timbales, la chocolatera, los platillos y el redoblante. Asegura que al principio muchos duraron de esta inclusión y hasta le llegaron a decir que iba a dañar la música, “sólo trate de darle mayor vibración y movimiento, pero nunca perder las raíces”.