Marc Anthony y Jennifer López anunciaron el
miércoles la creación de una alianza con grandes luminarias del
espectáculo y el deporte para llevar ayuda humanitaria a los
damnificados de recientes desastres naturales.
Bajo el nombre "Somos una voz", la alianza está trabajando para
llevar agua, refugio, medicinas, generadores y comunicaciones a las
áreas afectadas, dijeron sus miembros en un comunicado de prensa.
Entre las celebridades que la integran figuran Alejandro Fernández,
Alejandro Sanz, Alex Rodríguez, Bruno Mars, Camila, Chayanne, Daddy
Yankee, Ed Sheeran, Gente de Zona, J Balvin, Jessy & Joy, John
Leguizamo, Juan Luis Guerra, Lin-Manuel Miranda, Luis Fonsi, Maluma,
Paul Simon, Pitbull y Ricky Martin.
El comunicado no aclara a dónde específicamente serán destinadas
las donaciones. Solo dice que los fondos recaudados a través de la
campaña en la página GoFundMe serán distribuidos entre la American Red
Cross, Reach Out Worldwide, United Way y Unidos Por Puerto Rico, entre
otros.
Las estrellas que integran la alianza suman más de 1.000 millones
de seguidores en las redes sociales, que planean utilizar para crear
conciencia e incentivar la campaña www.somosunavoz.com.
López había anunciado previamente una donación personal de 1 millón
de dólares para ayudar a Puerto Rico, mientras que Pitbull envió su
avión personal para recoger a pacientes de cáncer y trasladarlos a
Estados Unidos con el fin de que continúen con sus tratamientos
médicos.
En una columna publicada el martes en un diario, Miranda describió
la situación en Puerto Rico y pidió ayuda. Los residentes en Puerto Rico
"necesitan suministros y recursos, de la misma manera que los
estadounidenses en Texas y Florida", escribió el creador de "Hamilton",
cuya familia fue golpeada por el huracán María. Puerto Rico ha sido
devastado por un poderoso huracán que mató a por lo menos 16 personas y
dejó a casi todos los 3,4 millones de habitantes sin electricidad, y a
la mayoría sin agua corriente.
México, por su parte, fue golpeado por un sismo de 7,1 grados que
mató a más de 300 personas y dejó a otras 12.000 con viviendas
destruidas o dañadas.
