Jennifer López está siendo un poco menos rigurosa cuando de ejercicios se trata. Sin embargo, los hábitos establecidos perduran, y admite que le resulta un poco conflictivo soltar el afán por verse perfecta.
"Tengo un cuerpo atlético. He hecho ejercicio toda mi vida y he sido muy disciplinada cuando lo he necesitado", dijo la cantante y juez de American Idol de 44 años a la edición británica de la revista Glamour de marzo. “Ahora estoy algo más relejada en esa área. Siento que así es como soy yo. Pero al mismo tiempo es difícil deshacerse de los viejos hábitos”.
López asegura que su aspecto físico es algo que siempre ha tenido en mente.
“Siempre estoy pensando en ello”, comenta. “Estoy contenta tal y como estoy, pero al mismo tiempo, esa chica ambiciosa y determinada que llevo dentro piensa: ‘¡Vamos!, pongámonos en la mejor forma física y demuéstrale a todo el mundo’. Entonces, mi otro yo piensa: ‘Relajémonos en la hamaca de la playa’”.
Por otro lado, López admite que le produce casi repulsión la idea de comer en exceso. “No soy una persona que se consiente demasiado”, dice. “No me hace sentir bien. Algunas personas encuentran reconfortante sentarse y comerse una pinta de Häagen-Dazs, pero lo cierto es que eso me haría vomitar. Creo que nunca en mi vida he comido tanto”.
En cuanto a relaciones amorosas se refiere, López, que mantiene una relación romántica con Casper Smart, asegura que le gusta que haya algunas turbulencias, aunque busca estabilidad. Siempre y cuando los escalones lleven al lado positivo, no le importan, dice.
“Mi sueño es lograr un equilibrio en el que sientes que puedes ceder control de vez en cuando y a la vez sentir que te siguen cuidando”, dice.
“Lo que quieras hacer debe ser respetado. Es cuestión de encontrar una relación en la que lo bueno supera en peso a lo malo, porque nadie es perfecto, ¿verdad? Pero sin la chispa que el conflicto te trae, la vida sería tan aburrida. Yo prefiero algo de caos en una relación, pero también quiero algo de orden y seguridad”.
López añade: “Me ha llevado mucho tiempo llegar hasta aquí, pero he aprendido que no siempre quiero ir en contra de mi propia integridad dentro de una relación. Si algo no me parece que está bien o me hace sentir incómoda, no sigo con ello y, a veces, como mujeres no hacemos eso. Pero no pienso aceptarlo nunca más”.
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