Después de todo la ciudad de Nueva York, la
'megalópolis' del continente americano, es frágil. Desde una imprevista
tempestad de nieve como la que ahora se derrumba sobre la ciudad hasta
el huracán 'Sandy' que en octubre del 2012 la inundó
hasta sus último recónditos, han logrado paralizarla. Los fenómenos
naturales se ensañan con la ciudad.
Las autoridades municipales de Nueva York decretaron una emergencia esta madrugada cuando los meteorólogos del Servicio Nacional del Tiempo alertaron que se aproximaba, desde el noreste, una intensa y fuerte tempestad de nieve no anticipada por los pronósticos.
Los transportes públicos, metropolitano y autobuses, comenzaron a circular en horarios de emergencia, los aeropuertos están cerrando sus operaciones,
la gente se ha refugiado en sus residencias y los típicos taxis de
color amarillo que se atreven a circular sirven de escenario a las
decenas de canales de televisión que trasmiten las incidencias del
fenómeno atmosférico.