A través del lenguaje corporal.
¿Quién no ha sentido celos por alguien? Hasta cierto grado los celos
son normales… El problema es cuando se vuelve una enfermedad
incontrolable que nubla cualquier cosa y hace que el celoso vea cosas
donde no las hay.
Dirán que son más celosos los hombres que las
mujeres, pero lo cierto es que ambos suelen sufrir de este fenómeno
emocional, que causa gracia al principio, pero puede terminar en una
fatalidad.
“La celotipia es un trastorno mental que causa miedos y
visiones de perder a alguien que les pertenece y se quiere. Se dice
también que es una afección que tiene el cerebro, causada por el
alcohol”, sostuvo Josefina Murillo, psicóloga clínica y experta forense.
También
es el resultado del ambiente en el cual las personas se desarrollan, lo
que influye de manera negativa en ellas mismas, hasta llegar al máximo
nivel de los celos que es matar o suicidarse en el peor de los casos,
agregó. El portal SDP Noticias te dice las 10 señales para detectar a una persona celosa.
10. Cara inexpresiva, cuello y mandíbulas tensos
En
el caso de los hombres es común el ceño fruncido, pero en las mujeres
ocurre lo opuesto: el rostro permanece serio e inexpresivo, pues no
pretenden “revelar” lo que sienten en ese momento. Ambas
manifestaciones son “opuestas” a su manera natural de expresarse, pues
los hombres generalmente somos parcos con nuestra cara y las mujeres
pueden narrar una historia con la suya.
9. Manos cerradas
El
mismo reflejo de “posesión”, hace que los dedos se cierren, aunque el
puño no llegue a apretarse. Quizá imagina que rodea el cuello de la
persona…
8. Respuestas con monosílabos
“Sí”, “No”, “Ujum”, de repente se vuelven parte integral del léxico.
7. Respiración profunda
Esa
ansiedad provoca un ahogo producto de una respiración más superficial.
Algunas palabras pueden atropellarse e inclusive el habla puede hacerse
ligeramente trabajosa.
6. Bloqueos más frecuentes
Si
quien cela se encuentra separado del celado, será más probable que se
cruce de brazos y piernas, tratando de esconder sus sentimientos bajo
una “cáscara” protectora.
5. Tratar de “rodearte”
Si
se encuentra cerca, la persona tratará de rodear con un brazo, o ambos,
a la persona que quiere “proteger” de esa invasión externa (aun cuando
no acostumbre hacerlo en público).
4. La conversación se vuelve una serie de preguntas
Al comunicarse, las preguntas van en un sólo sentido, tratando de averiguar más que conversar.
3. Altivez en presencia de la “competencia”
Para ambos sexos, el pecho afuera, la barbilla en alto y las manos en la cintura manifiestan la necesidad de hacerse notar.
2. Reproches sin razón aparente
Aun
cuando nieguen rotundamente cualquier relación con los celos, un cambio
de humor nos da una pista sobre el conflicto interno (en otras
palabras, quiere matarte).
1. Tono de voz más “seco” de lo normal
Ese
fenómeno vocal cuando “cortamos” las palabras apenas las pronunciamos
(en vez de encadenarlas suavemente una tras otra), se hace manifiesto
bajo condiciones de celos.
Si notas que en tu relación hay estas
señales, es mejor platicar con esa persona y tratar de arreglar la
situación antes de pelear. Si eres el “celado” y sabes que tu pareja
tiene toda la razón para sentirse insegura, tienes dos opciones: dejar
de hacer lo que le provoca celos o terminar la relación para evitar más
daños.
Según la psicóloga Josefina Murillo, la celotipia no se
cura, pero sí se puede tratar bajo la supervisión de un psicólogo o de
un psiquiatra en última instancia, cuando estos trascienden a lo
patológico.
Comprensión, respeto y comunicación deben ser los
primeros pasos que debe considerar la familia cuando los síntomas de
celotipia hacen presencia. Estos pueden ser: emociones exageradas,
gritos, agresividad, nerviosismo, mentiras compulsivas producto de su
imaginación, ansiedad, inseguridad de nuestra pareja y amenazas, entre
otros.