SOBRE LA FORMA DE LOGRAR ÉXITO, SEÑALÓ QUE QUIENES ESPERAN QUE ÉL LES
DIGA CÓMO HACERSE RICO RÁPIDO Y FÁCIL, QUEDARÁN DECEPCIONADOS PORQUE ÉL
NO CONOCE ESA FÓRMULA
El empresario Pepín Corripio dijo hoy que nunca le ha interesado
intervenir en la política y que no desea que miembros de su familia, ni
sus hijos ni sus nietos, lo hagan.
Corripio dijo que quiere que el país cuente con políticos honestos y
capacitados, pero que no incursionaría en ese mundo. Como anécdota citó
que su papá, el empresario Manuel Corripio, le contó que cuando la
salida de la intervención americana del país, en 1924, el empresario
Francisco Peynado era considerado un hombre de mucho respeto. Pero que
cuando se llevaron a cabo las elecciones para escoger un presidente,
Peynado enfrentó a Horacio Vásquez y que la consigna era: “Horacio o
que entre el mar”. Peynado perdió las elecciones y le dijo, entonces, a
don Manuel, que hasta que no se metió en política no se había enterado
de que él era un hombre tan sinvergüenza.
Durante una amplia entrevista concedida al equipo del programa radial
“El Sol de la Mañana”, que celebra su 3er aniversario en la emisora Zol
106.5, Corripio recordó también los inicios de su familia y citó que su
papá siempre dijo que vino al país con un boleto de tercera clase en un
barco porque no había de cuarta.
Explicó que el primero de los Corripio que llegó a República Dominicana
fue su tío Ramón Corripio, un hermano de su padre, que primero estuvo
en Cuba y, luego, decidió instalarse aquí pese a que Cuba era
considerado un país con más desarrollo y oportunidades. La llegada de
este primer miembro de la familia ocurrió en 1917, cuando la ocupación
norteamericana había cumplido ya un año. Dijo que su tío asumió la
tutela de su padre, que en ese entonces tenía trece años, y lo trajo al
país. Manuel Corripio trabajaba en un almacén junto al profesor Juan
Bosch con quien compartía habitación. Dice que ambos se llamaron toda la
vida Juanito y Manolo.
Aseguró que para su familia República Dominicana es el mejor país del
mundo y que esto no lo dice por la posición privilegiada que hoy ocupan
sino que lo piensan desde que llegaron aquí hace ya 97 años.
Dijo que aquí han enterrado a sus antepasados y que se sienten unidos a esta tierra.
Sobre la forma de lograr éxito, señaló que quienes esperan que él les
diga cómo hacerse rico rápido y fácil, quedarán decepcionados porque él
no conoce esa fórmula.”La que he vivido ha sido la del el trabajo diario
durante décadas.” Dijo que la primera generación de su familia,
compuesta por él, su papá y su mamá, trabajó de una manera demencial.
Laboraban por turnos de 16 y17 horas al día, los siete días de la
semana, hasta que decidieron tomar libres los domingos, después de las
tres de la tarde.
Sobre sus hábitos de salud, explicó que corre desde hace cincuenta años.
Que cuando inició esa práctica, en 1965, en el país no era una
costumbre común y la gente le decía que si se estaba volviendo loco
porque corría sin que nadie lo persiguiera. Dijo que el efecto de
correr en las mañanas no solo repercute en el cuerpo sino que, de manera
especial, tiene que ver con el ánimo con que se enfrenta el día. Señaló
que correr nos brinda la ecuanimidad adecuada porque no es bueno
empezar el día ni con tristeza ni con expectativas excesivas, porque
cualquiera de los dos extremos es negativo.
SALARIOS
En cuanto al aumento de salario, reiteró las declaraciones que ha ofrecido antes a los medios. Que entiende que es necesario aumentar el salario mínimo porque todos saben que el actual no es suficiente para cubrirá las necesidades de los empleados. Dijo que no tiene un monto establecido pero que entiende que es necesario que se llegue a un acuerdo antes de que no hacerlo provoque problemas sociales.
Dijo que los empresarios deben llegar al consenso porque hasta ahora la
gente culpa a los políticos de los problemas pero que también podrían
culparlos a ellos.
Sobre sus empresas dijo que acostumbra a repartir beneficios por encima
de lo que establecen las leyes y que les dice a sus empleados que si el
pastel es grande la repartición será mayor. Señaló que de los doce mil
empleados del Grupo Corripio, hay 40 que tienen con ellos más de 30 años
y 20 que tiene más de 50.
LA GUERRA DE ABRIL
Corripio contó que durante la Guerra de Abril de 1965, cuando el negocio de su familia quedaba en la Zona Constitucionalista, iba todos los días allí a jugar dominó con el comandante Pichirilo, Euclides Gutiérrez y otros. Algunas veces, debieron lanzarse al suelo por los disparos.
Recordó que el comandante Pichirilo le dijo que, aunque jugaran dominó,
si ganaba la revolución, les incautarían sus empresas y que él le
respondió que, si eso ocurría, que le permitiera administrarlas porque
temía que, si la dejaba en las manos de ellos, en un año quebrarían y
eso le dolería mucho. Dijo que le dijo a Pichirilo que él y su familia
representaban el sueño de la gente que ellos defendían porque habían
salido de abajo y forjaron su capital en base al trabajo.
F: listindiario.com