Un fallo mecánico obligó a Ford, de 72 años, a realizar el jueves un aterrizaje de emergencia con su avioneta en un campo de golf de Los Ángeles minutos después de despegar desde el aeropuerto de Santa Mónica.
El actor de Indiana Jones y Star Wars tuvo que ser hospitalizado como
consecuencia del accidente, pero se espera que se recupere totalmente
de sus heridas.
Ford ya había salido indemne de otro accidente de avioneta en el año
2000 cuando la aeronave que piloteaba impactó contra la pista en el
momento que iba a tomar tierra, por culpa de una inoportuna ráfaga de
viento, un año después de estrellar un helicóptero en unas prácticas de
vuelo.
También en 2000 el actor de Dirty Dancing, Patrick Swayze, quien
falleció en 2009 víctima de un cáncer, se vio obligado a aterrizar de
forma aparatosa en una calle de una urbanización en construcción en un
pueblo de Arizona después de que su nave experimentara una
despresurización.
Ese mismo año, la ganadora de un Oscar, Sandra Bullock (The Blind
Side), se llevó un susto de muerte cuando el avión privado que la
transportaba a Jackson Hole, en Wyoming, para pasar unas vacaciones
cerca del parque de Yellowstone, perdió el control al tocar tierra tras
romperse el tren delantero.
En 1998, Orlando Bloom sintió que volvía a nacer tras un accidente casero que le dejó temporalmente paralizado.
Bloom cayó desde una altura de tres pisos cuando la tubería por la
que trepaba con la intención de subir hasta el tejado de una casa se
desprendió por culpa del peso.
El actor, que entonces tenía 21 años, se rompió varias vértebras y
quedó sin movilidad durante cuatro días. Tuvo que someterse a 18 meses
de rehabilitación y se recuperó justo a tiempo para rodar la primera
parte de The Lord of the Rings.
Menos afortunado fue Christopher Reeve, el más famoso de todos los Superman que han surcado la gran pantalla.
En 1995, cuando participaba en unas competiciones ecuestres en
Virginia, Reeve salió despedido del lomo de su caballo con la mala
suerte de golpearse la nuca contra el suelo.
A sus 42 años, Reeve se fracturó las dos vértebras superiores y quedó
tetrapléjico, obligado a usar un respirador artificial hasta que
falleció en 2004 por un fallo cardíaco.
Desde 2008, el ganador de un Oscar Morgan Freeman (Driving Miss
Daisy) carece de movilidad en su mano izquierda a consecuencia de un
serio accidente de tráfico que sufrió en el estado de Misisipi.
El vehículo que conducía se salió de la carretera y quedó destrozado
tras dar varias vueltas de campana por un terraplén. El actor y su
acompañante tuvieron que ser rescatados de entre la chatarra y
hospitalizados.
Shia LaBeouf (Transformers, Indiana Jones) tuvo también que ser
operado de la mano izquierda en 2008 cuando volcó la camioneta que
conducía por Hollywood, mientras que el cineasta George Lucas (“Star
Wars”) reconoció en una entrevista con Oprah Winfrey en 2012 que debería
haber muerto en un terrible accidente de coche en 1962.
“Me golpeó en un lateral un automóvil que iba a 90 millas por hora
(145 Km/h)”, dijo el realizador, cuya dramática experiencia le hizo
replantearse su futuro.
Arnold Schwarzenegger (Terminator) acabó también en urgencias en 2001
al romperse seis costillas al estrellarse con su motocicleta y Gerard
Butler, conocido actor del género de acción por películas como 300,
pensó que no salía vivo del rodaje de Chasing Mavericks en 2011.
Butler encarnó a un surfista veterano que desafía las olas gigantes
de la costa californiana, un papel que le llevó a practicar ese deporte y
terminó siendo arrollado por una serie de olas de gran tamaño que
cazaron por sorpresa al equipo del filme y le sumergieron sin
posibilidad de subir a la superficie.
“Empecé a pensar que me iba a morir. Estuvo cerca”, explicó Butler en
una entrevista en 2012 en el programa “Good Morning America”.
Butler fue rescatado y abandonó el lugar en ambulancia.
Agencias