LAS
VEGAS, Nevada - Podrá gustar su estilo o no, pero Floyd Mayweather Jr.
es el mejor libra por libra del mundo y un maestro del ring y del arte
de boxear. Ante Manny Pacquiao hizo su pelea y ganó por clara decisión
unánime para unificar los cinturones wélter del CMB, la AMB y la OMB.
Después
de 6 años de espera, la Arena del MGM Grand de Las Vegas vio una pelea
más de las de Mayweather (48-0, 26 KOs). Pacquiao (57-6-2, 38 KOs) no
pudo hacer nada diferente a lo que intentaron los anteriores 47. Contar
la pelea más esperada de la historia sería como contar cualquier otra
pelea de Mayweather.
Manny
Pacquiao buscó a Mayweather desde el principio, pero nunca lo encontró.
Las piernas de Pacquiao aún son rápidas, mucho más de lo que anticipó
Freddie Roach. Su defensa es impecable, se cubre bien y enreda al rival
cuando se siente amenazado. Para atacar le basta con el contragolpe.
Mayweather
no necesitó atacar ni intimidar a Pacquiao. Sólo tuvo que frustrarlo.
Round tras round hacía lo mismo, se movía por el ring pegaba con el jab,
a veces combinaba dos o tres golpes y luego salía. ¿Les suena conocido?
Por
momentos retó a Pacquiao, lo esperó en las esquinas, lo espero contra
las cuerdas con la guardia cerrada y ahí el filipino tiraba muchos
golpes, pero casi todos iban a los brazos. Tampoco encontró el jab de
Mayweather, que pegó casi siempre que lo tiro.
Floyd Mayweather Sr. pedía más desde la esquina, pero el hijo iba a lo suyo. Así se fue la pelea.
Las tarjetas lo dicen todo y es difícil discutirlas porque fueron justas. 118-110 y 116-112 dos veces.
Pacquiao dijo sentirse ganador y reclamó, como todos, que Mayweather no se quedaba quieto, pero ese es Mayweather.
Al final Pacquiao salió ovacionado y Mayweather abucheado. En la pelea del siglo no cambió nada.
EFE