"El boxeo tuvo la oportunidad de hacer
lo contrario de lo que hizo. En vez de echar a perder su marca, podría
haber mejorado ella". Bill Dwyre, reconocido periodista estadounidense
de Los Angeles Times, descargó toda su indignación contra La Pelea del
Siglo y en su columna de este lunes opinó que se trató de un "fraude"
por el único fin de no arriesgar el negocio.
La lesión que Manny Pacquiao reveló horas después de perder por fallo unánime ante Floyd Mayweather Jr. indignó al mundo.
El filipino confirmó que peleó con una
dolencia en su hombro derecho y eso condicionó una mejor pelea. Por eso,
Dwyre cree que "era necesario anunciar un aplazamiento con un mensaje
claro y constante (junto con los reembolsos). "El deporte tenía que
hacer lo que era correcto, que no iba a vender un gato por liebre",
escribió.
En su opinión, "la ira pública y
sarcasmo habrían disminuido entre los seguidores, y el boxeo todavía
podría tener un futuro", ya que "hacer lo correcto es siempre de gran
alcance, en la vida y en el deporte".
Esa mirada es compartida por otros
medios, periodistas especializados, ex boxeadores y apostadores que
estuvieron presentes en el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas, o
siguieron el combate a través del pay-per-view.
El negocio fue perfecto, nada falló,
Mayweather Jr. se embolsó unos 200 millones de dólares y Pacquiao,
lesionado, ofrendó su corona de campeón de la Organización Mundial (OMB)
a cambio de una ganancia de 100 millones.
"Lo siento por los aficionados. Dirán
que soy de la vieja escuela, pero me gusta que el dinero que pagan los
espectadores valga la pena con un combate de acción", escribió el ex
campeón mundial Óscar de la Hoya en su cuenta de Twitter.
Al mismo tiempo que Mike Tyson, quien
en la previa calificó a "Money" y "Pacman" como "hombres de negocios",
recriminó: "¿Hemos esperado cinco años para esto? No fue suficiente".
En el medio, las denuncias de Bob Arum,
promotor de Pacquiao, a la Comisión Atlética de Nevada por denegar su
petición para que Manny recibiese una inyección con antiinflamatorios y
la respuesta del desconocimiento del otro lado.
Al final, el deporte pasó a segundo
plano. Abucheos, críticas, decepción y un fraude que pudo haberse
evitado en la pelea más exitosa de la historia a nivel económico.
INFOBAE