Desde 144 toallas de baño hasta botellas de Dom Pèrignon, de todo piden los artistas para sus habitaciones y camerinos.
Los artistas que pasan por el Festival de Viña del Mar, el más importante de Latinoamérica, son destacados tanto por lo que realizan sobre el escenario como por los excéntricos requerimientos que hacen durante su estadía, como pedir 144 toallas o disponer de botellas de champán Dom Pérignon.
Las peticiones más descabelladas de esta edición fueron las del ícono de la música de los años 80, Lionel Richie, y el venezolano Ricardo Montaner, pues mientras el primero solicitó 144 toallas de baño y que su camarín fuera forrado de negro, el segundo exigió 20 toallas bordadas con su nombre y dos kilos de jengibre, según consignaron este miércoles medios locales
Otro caso paradigmático es el del cantante español Alejandro Sanz quien, según el diario La Tercera, se estableció en un hotel de la ciudad costera acompañado por 53 personas de su equipo, lo que lo convierte en uno de los artistas con más personal de la historia del festival.
EFE