Graciela, una mujer de 48 años, madre de 5 hijos, abuela de 6 nietos y que vive en el barrio La Juanita del
barrio de la Matanza – Argentina, trabaja arduamente día a día en la
cooperativa del barrio, sin esperar nada a cambio y por el bienestar de
la comunidad. En dicha comunidad se realizan talleres gratuitos de una
forma solidaria, con el único objetivo de ayudar. Pero además de su amor
hacia el prójimo y de todas las labores admirables que hace Graciela por los demás, existe un espacio en ese gran corazón para un artista, para una persona admirable tal y como ella lo expresa, Ricardo Arjona.
Estas son las palabras de Graciela cuando le preguntaron que música escuchaba: “Cuando tengo música escucho música nada más ¿Qué música escucho? Pues la de Ricardo Arjona, me gusta bastante”.
Amiga de Graciela: “Lo único que hace cuando no está trabajando para la comunidad es escuchar a Ricardo Arjona su amor, su vida, su alma”.
Graciela admira a Ricardo Arjona
porque es un artista que arranco desde muy abajo, que toco en la calle
florida y que hoy es lo que es porque ha luchado mucho en la vida, y por
supuesto porque es un artista en todo el sentido de la palabra.
Conoce un poco a Graciela y a la labor fantástica que hace por su comunidad, así como su sueño de conocer a Ricardo Arjona.