Sin dejarse ver el rostro, tapadas con sus atuendos, y
lentes, las damas de la medianoche demandaron a las autoridades
permitirle trabajar.
Algunas portaban cartulinas con mensajes que rezaban “si
no abren a pasión nos moriremos de hambre”. Otros mensajes refieren
“Pasión es una empresa de la que dependen varias personas”. Junto a las
manifestantes acudieron algunos empleados y el abogado Félix Portes,
quien representa a los propietarios del night club.
Portes recordó que las trabajadoras del centro de
diversión pagan los impuestos y cotizan en la seguridad social como
cualquier otro ciudadano, por lo que rechaza las acusaciones del
ministerio público de que sean víctima de la explotación sexual.
“No es verdad que en ese centro cobran por la salida de
estas mujeres”, indicó el jurista. Una jueza impuso tres meses de
prisión preventiva contra el administrador y cajero del clausurado Night
Club Pasión, acusados de proxenetismo.