En el Mundial de las sorpresas, la lógica se impuso al final.
Alemania
fue el mejor equipo de Brasil 2014 de principio a fin y se coronó tras
superar por 1-0 a Argentina en tiempo extra con gol de Mario Götze, un
tanto que le dio a los teutones su cuarta Copa del Mundo y la primera
para un cuadro europeo en el continente americano.
Fue un juego
disputado con gran intensidad por ambas partes, en ocasiones demasiada.
Höwedes merecía la roja tras una entrada durísima sobre Zabaleta,
mientras Mascherano y Agüero se libraron de ver la segunda amarilla tras
faltas sobre Schweinsteiger, quien incluso tuvo que salir unos minutos
del partido sangrando. Kramer terminó noqueado tras una brutal colisión
con Garay e Higuaín también recibió un golpe fortísimo al chocar con
Neuer.
Alemania comenzó controlando la posesión del balón, pero
sin traducir ese dominio en acciones claras de gol. Argentina, en
cambio, aprovechaba los espacios dejados por los europeos para hacer
daño al contragolpe, generando así las mejores opciones del tiempo
regular.
Pero la Albiceleste perdonó demasiado. Gonzalo Higuaín
en el primer tiempo, Lionel Messi al arranque de la segunda parte y
Rodrigo Palacio en la prórroga tuvieron opciones claras para anotar,
pero los tres fueron incapaces de darle dirección de portería a sus
remates. Y el mundo del fútbol sabe que contra Alemania tarde o temprano
el que perdona lo paga muy caro.
Y fue Mario Götze quien pasó la
factura a los sudamericanos. El atacante del Bayern Múnich, recién
ingresado en sustitución de Miroslav Klose al minuto 87, aprovechó un
gran servicio de Andre Schrrüle para controlar con maestría dentro del
área y superar a Sergio Romero. Era el minuto 113, casi una calca de la
definición de cuatro años antes, cuando Andrés Iniesta le dio el título a
España al 116.
Argentina no tuvo reacción. Los minutos finales
fueron casi un mero trámite para dar paso a la celebración alemana, una
justa celebración para el que fue sin lugar a dudas el mejor equipo de
la Copa del Mundo. Arrolladora ante Portugal o Brasil, en total control
sobre Estados Unidos y Francia y con gran sangre fría en las prórrogas
frente a Argelia y Argentina, Die Mannschaft impuso la lógica en una
Copa del Mundo en la que abundaron las sorpresas.
Sorpresa fue
también el rendimiento de Messi, y no para bien. El 10 argentino
desapareció del partido tras su falla en el 47’, apenas mostrando un par
de chispazos de su enorme talento en el resto del encuentro y haciendo
recordar el desplome del brasileño Ronaldo en la final de 1998.
F: goal.com