Santo Domingo. De acuerdo con un documento suministrado ala periodista Severo Rivera de Diario Libre
 , la Corte Suprema Estatal del Bronx, en Nueva York, desestimó el 
pasado viernes la demanda que contra Fefita La Grande y el empresario 
Vidal Cedeño entabló la empresa Prolaga, quien alegó que la artista 
había violentado un acuerdo luego de su arribo a esa ciudad, tras 13 
años de ausencia.
Según el dictamen, el tribunal 
desechó la demanda que puso la referida empresa a través del señor 
Rafael Gil Tavares, “por entender que no existe claridad en los 
documentos y argumentos que esgrime para reclamar compromiso contractual
 a la cantante merenguera”.
El tribunal concluyó que la 
demanda de amparo judicial solicitada le fue negada, y anuló la orden de
 restricción temporal de los demandados a presentaciones de la artista. 
El juez estableció que el señor Tavarez, así como su socio Rafael Luna, y
 su asesor, el abogado Kenny Núñez, se apoyaron para hacer su reclamo en
 dos supuestos contratos que habría firmado Fefita, uno de fecha 15 de 
abril del 2005, y otro del 26 de febrero del 2010.
“El tribunal determinó que 
ninguno de los dos contratos se sustentan en un documento íntegro, 
formal, que le confiera calidad de documento contractual, por lo que no 
les reconoció validez legal. La artista ofreció un testimonio 
en la corte en el que planteó un entendimiento diferente en cuanto a la 
naturaleza del contrato, y debido a que los documentos presentados por 
la parte demandante estaban incompletos, lo declarado por Fefita fue lo 
que se tomó en cuenta el veredicto”, indicó el juez.
Alegatos
El juez realizó una vista en la que 
Fefita La Grande, Rafael Taveras, así como la parte acusadora fijaron 
sus posiciones. “La posibilidad de un acuerdo contractual entre la 
merenguera típica y Prolaga parecía depender de que la empresa 
consiguiera una visa de trabajo en territorio de Estados Unidos a la 
artista, lo que nunca logró”, prosigue la decisión.
El visado, lo obtuvo en realidad Vidal 
Cedeño, quien logró que tras 13 años sin pisar suelo estadounidense, la 
merengue lo hiciera para agotar una gira, la cual se vio afectada por el
 proceso legal.
Otras de las alegaciones del señor 
Tavares fue que éste había conseguido contratos de presentaciones de 
Fefita, sin embargo, se determinó que en los últimos diez años solo 
logró uno y fue para una actuación en Yamasá, y que quien en realidad ha
 fungido de agente de la cantante en todo ese tiempo ha sido la señora 
Rosa Estrella (Nana).
 
 
  
  
 
 
 
 
 

 
