La ciudad hondureña de San Pedro Sula es por tercer año consecutivo la
ciudad más violenta del mundo, seguida por la capital venezolana,
Caracas, y el puerto mexicano de Acapulco, según una lista elaborada por
una ONG mexicana.
Con una tasa de 187 homicidios por cada 100.000 habitantes, la urbe
hondureña encabezó otra vez en 2013 la clasificación de las 50 ciudades
más violentas del mundo que cada año realiza el Consejo Ciudadano para
la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Dicha cifra es superior a la registrada en los dos años previos; en
2011 la tasa se situó en 159 homicidios y en 2012 se elevó a 174, lo que
muestra un deterioro de la situación, apuntó la agrupación, que elabora
la lista a partir datos oficiales y de fuentes alternas cuando los
primeros no existen.
Caracas se situó en segundo lugar con 134 homicidios por cada 100.000 habitantes y Acapulco ocupó la tercera posición con 113.
De las 50 ciudades incluidas en la lista, todas de más de 300.000
habitantes, 16 están en Brasil, nueve en México, seis en Colombia, cinco
en Venezuela, cuatro en Estados Unidos, tres en Sudáfrica, dos en
Honduras y una en El Salvador, Guatemala, Jamaica, Haití y Puerto Rico.
La abrumadora mayoría se ubica en el continente americano (47
ciudades) y en particular en América Latina (43 urbes), lo que confirma
que la violencia homicida en esta región “presenta una incidencia muy
por encima de la media mundial”, afirmó la agrupación.
La ONG denunció la manipulación de cifras de homicidios en la mayoría
de los estados mexicanos y consideró “escandalosos” los casos de
Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua, en el norte del país, cuyos números
son muy inferiores a los reportados por el instituto nacional de
estadísticas.
En relación con Venezuela, indicó que el Gobierno “ha demostrado que
no le interesa la transparencia y la rendición de cuentas, sino el
ocultamiento o la propaganda, muchas veces basada en mentiras”.
En 2013 el Gobierno venezolano dijo haber logrado una reducción de 17
% en los homicidios en comparación con 2012, a pesar de que en la
mayoría de las morgues siguió “aumentando el número de ingreso de
cadáveres en comparación con años anteriores”, apuntó el Consejo
Ciudadano.
En el grupo de países que no son transparentes con su información
sobre criminalidad también figuran Guatemala, Haití, Panamá, así como
algunas regiones de Brasil.
La organización valoró el avance en Honduras, cuyo Gobierno divulgó
cifras preliminares de 2013 desde los primeros días de 2014, y resaltó
la transparencia en esta materia de las autoridades de Colombia, Estados
Unidos, Sudáfrica y Puerto Rico, reseñó EFE
El informe detalla
que la abrumadora mayoría de las 50 ciudades más violentas del mundo se
ubican en el continente americano (46 ciudades) y en particular en
América Latina (41 urbes).
Esto confirma lo que revelan diversos estudios globales por
país: que la violencia homicida en América Latina presenta una
incidencia muy por encima de la media mundial.
La situación de América Latina no es igual en todos los países, claro
está. El nivel de violencia es considerablemente menor a la media
latinoamericana en países como Chile, Nicaragua, Costa Rica o Argentina.
Los países latinoamericanos con el mayor problema de violencia son Honduras, Venezuela, Guatemala, El Salvador, México y Brasil.
Asimismo el proceso más exitoso y encomiable en la reducción de la violencia es el de Colombia.
Resulta especialmente meritorio que desde hace 11 años sigan bajando la
incidencia de homicidios y otros delitos violentos debido a la cada vez
mayor eficacia de la policía y no como resultado de la negociación con
criminales (como es el caso de El Salvador).
Ahora bien, el mayor obstáculo que un esfuerzo de investigación como el que representa el ranking enfrenta, es la falta de transparencia de los gobiernos de varios de los países.
Peor aún es la práctica de falsificar cifras que realizan gobernantes
de algunas naciones, específicamente de México y Venezuela.
Respecto al gobierno de Venezuela por sus actos ha demostrado que no
le interesa la transparencia y la rendición de cuentas sino el
ocultamiento o la propaganda, muchas veces basada en mentiras. Esta política del gobierno venezolano de hacer propaganda en lugar de resolver el problema de la violencia, confirma el temor de que Venezuela se conduce hacia el abismo.
En México en teoría hay transparencia informativa,
para lo cual se hace público mes por mes la estadística de incidencia
criminal, desglosada en decenas de tipos penales y con grado de
desagregación estatal y, desde 2011, municipal.
El problema es que los gobiernos de no pocas entidades federativas
falsifican las cifras, para simular una incidencia criminal inferior a
la real.
Esta falsificación se constata cuando se cotejan las cifras de
homicidios (y otros delitos) que los gobiernos locales reportan con las
que genera el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI), las cuales son más abultadas y resultan de un ejercicio más
profesional y más honesto.
Al respecto quepa citar a manera de ejemplo los casos más
escandalosos de discrepancia, que evidencian la manipulación de cifras y
que tienen relación directa con el ranking, los cuales corresponden a
los estados de Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua. Los datos son 2012, pues el INEGI hasta mediados de 2014 dará a conocer sus cifras preliminares de 2013.
El caso más escandaloso de falsificación de cifras es el de Nuevo
Laredo, Tamaulipas. El gobierno del estado reportó 288 homicidios en
2012. Con esa cifra y una tasa de 72.85 homicidios por cada 100 mil
habitantes, se ubicó en el octavo lugar del ranking de las 50 ciudades
más violentas del mundo.
Pero el INEGI registró 544 homicidios, es decir, ¡un 88.89% más! Eso
significa que la tasa de Nuevo Laredo en realidad fue 137.61 homicidios
por cada 100 mil habitantes, con lo cual el lugar que le habría
correspondido en el ranking sería el tercero mundial.
El segundo caso de falsificación de cifras se refiere al municipio de Torreón Coahuila.
El gobierno local reportó al SE-SNSP un total de 462 homicidios en
2012, cuando que el INEGI registró 792, es decir, un 71.43% más.
El tercer caso notorio de falsificación de cifras corresponde al municipio de Chihuahua, capital del estado del mismo nombre.
El gobierno local reportó al SE-SNSP un total de 363 homicidios en
2012, mientras que el INEGI registró 587, es decir, un 61.71% más. Es
decir, en el lugar de la posición 32 en el ranking que tuvo Chihuahua
con una tasa de 43.49 homicidios por cada 100 mil habitantes, en
realidad tenía que haber sido la posición 12, con una tasa de 69.56.
Cuando el gobierno del Presidente Enrique Peña festina la supuesta baja de la incidencia de homicidios en México ¿cómo creer en las cifras oficiales cuando están basadas en estos fraudes?
Por lo demás no es de esperar una disminución significativa de la
violencia en México cuando la nueva administración, como la anterior,
carece de una política eficaz y ni siquiera es capaz de poner en
práctica sus cuestionables programas como el de crear una nueva policía
(¡otra más!), la gendarmería nacional.
F: .lapatilla.com