Un contundente show de casi dos horas coronó el regreso del neoyorquino
al escenario de la Quinta Vergara. Se llevó gaviotas de plata y oro.
Era sin duda el artista más popular del Festival y salió a escena como tal.
Una gran corona adornaba el micrófono de Romeo Santos, el neoyorquino que se autodenomina el "Rey de la Bachata" y que ostenta en nuestro país un alto nivel de ventas, además de ser el artista que más gente ha llevado al Movistar Arena en la historia del recinto.
"Inocente" comenzó a sonar a las 22.10 horas cuando el público, el que agotó las entradas para esta noche de festival en sólo 48 horas, se levantó de sus asientos y comenzó a disfrutar de un show que pareció un concierto completo.
Canciones como "Loco", "Cancioncitas de Amor" y "Su Veneno", de su ex banda Aventura, fueron algunas de las que sonaron en los primeros minutos de show, espectáculo que fue coreado a rabiar por sus seguidoras.
Juguetón con el público, enérgico y participativo, el hombre nacido en el Bronx se supo siempre en control del escenario y, por qué no decirlo, de la Quinta Vergara entera.
"Llévame Contigo", "Sólo por un Beso", "Necio" y "Eres Mía" fueron otros de los éxitos que sonaron en la Quinta Vergara, aquella que entregó a todo pulmón gaviotas de Plata y Oro para el artista. que se presentaba por tercera vez en el Festival de Viña.
EFE